viernes, 3 de enero de 2014

El Juego de la Muerte

El Juego de la Muerte
El juego de la muerte describe un experimento realizado en Francia en 2009 para estudiar la autoridad de la televisión y su influencia sobre la obediencia. El experimento es una nueva versión del experimento de Milgram (consistía en medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su conciencia personal) adaptado a las condiciones actuales y su objetivo es medir de manera significativa la interacción entre la autoridad de la televisión y los valores éticos de los sujetos. Se buscaba concretamente evaluar la capacidad de desobediencia del sujeto a órdenes dadas con la autoridad de la televisión cuando estas le hacían infligir daño a otra persona.

Los sujetos del experimento fueron voluntarios para participar en un supuesto nuevo concurso televisivo. Se les hizo creer que participarían en el episodio piloto y que no obtendrían ningún premio. El falso concurso se llamaría la zona Xtrema y consistiría en una prueba de memoria en que dos personas concursaban para repartirse un premio de un millón de euros. Uno de los concursantes (en el experimento un actor) habría de memorizar una lista de 27 asociaciones de palabras en un minuto mientras que el otro concursante (el sujeto real del experimento) era quien debía comprobar la corrección de las respuestas y en caso de error, aplicar un castigo. En realidad no había tal castigo. El falso concursante estaba fuera de la vista del sujeto del experimento y los gritos de dolor que este oía habían sido grabados con anterioridad. El experimento recrea pues un plató de televisión, en el que a diferencia del Experimento de Milgram, la autoridad no está representada por un científico, sino por el personal de la televisión; la presentadora, el productor y el público. A su vez, también se medían las reacciones del público, que igualmente creía ser público de un episodio piloto.
El experimento mostró 81% de obediencia en los sujetos (81% de ellos llegaron hasta el final) y un comportamiento del público sumiso a las exigencias del falso programa. Esto supone un 19% más de obediencia que en el experimento de Milgram, donde se obtuvo un resultado del 62%, aunque las diferencias entre los dos experimentos hacen difícil establecer paralelismos exactos.
 ¿Y por qué los participantes se comportaban así? Pues porque somos seres obedientes ya que convivir significa seguir una serie de normas y leyes. Desde niños aprendemos por las órdenes de nuestros padres y los castigos nos enseñaron que no podemos desafiar su autoridad. Creemos ser seres libres e independientes pero somos seres individuales unidos a los demás por reglas y leyes con las que nos sometemos a las autoridades.
Como se pudo demostrar en el experimento la televisión tiene una gran influencia sobre los actos de la gente, además de que la gente presenta una gran obediencia y el día menos pensado este concurso ficticio puede convertirse en realidad con tal de que las grandes cadenas ganen audiencia porque, ¿que hay más entretenido que el sufrimiento de las personas?


Enlace al documental entero:

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